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Tecnología en el trabajo post-pademia

Todavía no sabemos con certeza cómo va a transformarse el mundo con esta pandemia que estamos viviendo. Muchas cosas empiezan a verse diferente debido al tiempo de encierro, que nos obliga a hacer una pausa, cambiar hábitos, desafiar costumbres y adaptarnos a la nueva situación. Como siempre, una clave para la superación de las crisis es aprender a verlas como oportunidades en lugar de verlas como pérdidas.
Uno de esos aspectos que han sido vistos desde nuevas perspectivas debido a la cuarentena tiene que ver con la vida laboral y la importancia de la tecnología en el trabajo post-pandemia. Si bien es cierto que muchas personas tuvieron que suspender sus actividades y encontrar diferentes maneras de adaptarse, también es verdad que muchas han continuado con el trabajo desde su casa. Esto, que se hace posible solo por el hecho de que contamos en la actualidad con la tecnología del Internet y con el uso casi universal de computadores portátiles y teléfonos inteligentes, ha permitido que la economía no haya tenido una caída tan grave como la que hubiera experimentado si no contáramos con estos medios. 

Muchas industrias continúan sus actividades y muchos trabajadores siguen recibiendo su salario gracias a la tecnología. Por esto, el teletrabajo se ha convertido en una realidad. No solo viajeros freelance que trabajan desde cualquier lugar del mundo, sino personas que estaban acostumbradas a la regularidad de un trabajo de oficina se han tenido que adaptar a esta modalidad laboral. Esto no solo ayuda a salvar el funcionamiento de la economía, sino que potencialmente representa una mejora en la productividad de las compañías. A partir de un estudio hecho en Estados Unidos, que empezó en el 2012 y se ha prolongado por varios años, se ha podido observar que los resultados de un trabajador tienden a mejorar en un 4,4% cuando se hace el cambio a una estrategia de teletrabajo, lo que representa un extra de 1.3 billones de dólares al año para la economía norteamericana (Choudhury, P., Larson, B. y Foroughi, C., 2019). 

Esta tendencia de trabajo remoto, que venía ya tomando fuerza (Lighthouse blog) y que se ha convertido hoy en una realidad obligatoria, nos permite ver que las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) representan una oportunidad de adaptabilidad frente a un mundo siempre cambiante e impredecible, y que su presencia en nuestra vida continuará creciendo y fortaleciéndose. Sin embargo, con esta ampliación de nuestras perspectivas sobre el funcionamiento del trabajo diario vienen a nosotros todo un conjunto de desafíos. Estos pueden ser superados si hay un uso inteligente de las TIC en la post-pandemia. Veamos dos ejemplos concretos. 

Manejo del tiempo con la tecnología en el trabajo post-pandemia

Después de tener el hábito de trabajar bajo la supervisión de un jefe inmediato, uno de los desafíos de trabajar desde casa tiene que ver con el manejo del tiempo. Una persona que trabaja desde casa gana tiempo con esta modalidad: no tiene que desplazarse hasta su oficina cada día y tiene la facilidad de poder conseguir la comida allí mismo donde trabaja. Solo debe ir de su escritorio a la cocina para poder tomarse un café o comer algún bocadillo.
Sin embargo, no tener la estructura del día laboral claramente delimitada y vigilada por un supervisor puede hacer que la persona tienda a trabajar menos unos días que otros, lo que le traerá momentos de estrés más marcados, porque debe adelantar el trabajo que ha dejado acumular; o que tienda a trabajar de más, lo que puede producir cansancio y frustración. Todo esto puede manejarse de una manera inteligente con herramienta tecnológicas que ayuden a estructurar una agenda de tareas diarias y semanales, y que permitan establecer avisos y recordatorios sobre pendientes o fechas límite para algún entregable, o para una posible reunión. Con esto la persona sentirá la satisfacción de estar cumpliendo con el tiempo de trabajo establecido, aun si lo distribuye de una manera diferente durante el día, y la compañía sabrá que sus trabajadores siguen dando su mejor rendimiento, sin importar que no estén siendo supervisados físicamente a cada momento.

Interacción social y trabajo en equipo

Otro reto importante tiene que ver con la posibilidad de conjugar el tiempo de todos para que el trabajo armónico de equipo siga funcionando. Si los equipos de trabajo no están interactuando en el mismo espacio físico, ¿cómo asegurarnos de que la información llega a tiempo y las tareas se hacen de una manera coordinada? Si ya no tenemos la interacción física, ¿cómo leer esas señales que el cuerpo ofrece, ese lenguaje no verbal que muchas veces resulta decisivo en la comunicación de un mensaje? Solo si se saben utilizar las herramientas tecnológicas adecuadas, en los momentos adecuados, es posible alcanzar un éxito frente a estos desafíos.

Es necesario, por ejemplo, saber en qué momento es mejor hacer una llamada solo de voz, que puede resultar más rápida y, en esa medida, eficiente, y cuándo es mejor tener una videollamada que permita evidenciar esos signos del lenguaje no verbal. Es importante determinar con claridad cuándo debe tenerse una reunión con el equipo completo, o cuándo se requiere solo la participación de dos o tres personas que trabajan en un aspecto específico del proyecto. También es importante aprender a usar la tecnología en la post-pandemia para reproducir esas charlas informales que brindan calor a las interacciones laborales y que son esenciales en la nutrición emocional de los trabajadores de cualquier compañía.

Así mismo, el uso de herramientas flexibles, para la participación de todo el equipo en un mismo flujo de trabajo es importante. Plataformas para almacenar información en la nube y en tiempo real son necesarias para mantener activa la dinámica fluctuante de las organizaciones.

Todo esto evidencia, entre otras cosas, que contar con una asesoría se ha convertido hoy en una necesidad para el trabajo tecnológico en post-pandemia, pues estas estrategias, que iban siendo adoptadas poco a poco por las compañías que quería mejorar su rendimiento, ya no son una opción. Expertos en TIC y en sus usos potenciales son hoy más decisivos que nunca, pero aún más se requiere de expertos en TIC que al mismo tiempo entiendan las diferentes necesidades de cada industria y sus particularidades laborales prácticas.

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