Dexon BPM

Retos tecnológicos de los servicios públicos

El año 2020 ha traído muchos cambios inesperados en todas las regiones del planeta. Muchos de estos cambios han forzado que el ritmo de los negocios, las transacciones, y hasta la vida cotidiana, se lleven ahora mediante la velocidad de las tecnologías de la información. Tal vez el mayor reto ha sido la crisis sanitaria producida por la pandemia por Covid-19. Esto trae, entre otras cosas, grandes retos tecnológicos a los servicios públicos.

Todos los sectores del mercado han tenido que adaptarse y han tenido que asumir el reto de utilizar todas las tecnologías de la información para seguir cumpliendo con sus compromisos y así garantizar que sus clientes reciban lo que las compañías les han ofrecido. En el caso de las empresas públicas, que llevan los servicios básicos a los hogares de miles de millones de personas, estos retos son más dramáticos, porque lo que se debe garantizar son las básicas condiciones para la vida diaria.

Retos tecnológicos de los servicios públicos. La fuerza de trabajo

En primer lugar, las compañías proveedoras de servicios deben afrontar el reto de los cambios en el personal que se encarga de llevar a cabo todas las acciones en la operación:

Como estas compañías se encargan de la generación y/o la entrega de electricidad, gas natural y agua a los usuarios , su servicios debe seguir siendo confiable y continuado, incluso si una emergencia de salud limita gravemente el número de empleados y contratistas que pueden seguir trabajando (pwc.com). El problema de esta situación es que, en una industria de las características de esta, la participación activa de muchas personas es necesaria, y no todas las actividades se pueden realizar de manera remota, porque se requiere la manipulación directa de generadores de energía, purificadores de agua, o instalaciones de puntos de gas, etc.

Esto trae una segunda consideración de importancia fundamental: para solucionar el reto mencionado anteriormente, se debe buscar una fuerte inversión en tecnologías de la información que incrementen “la automatización por medio de tecnologías emergentes y que minimicen el contacto entre personas, garantizando que el trabajo se haga” (pwc.com). La consecuencia de la automatización puede ser el riesgo de la privacidad, lo que se vuelve un reto tecnológico a los servicios públicos.

El reto de la seguridad y la privacidad

Permitir el trabajo remoto y la circulación de información delicada por medio de canales informáticos hace que exista un mayor riesgo de fugas de datos y pérdidas de ciberseguridad:

La ciberseguridad siempre es una prioridad máxima para las compañías, pero vemos que puede haber amenazas extra y más vulnerabilidad ahora. Esto es porque los trabajadores tienen niveles significativamente más elevados de acceso remoto a sistemas clave y porque empleados y gerentes pueden ser más susceptibles a esfuerzos de ingeniería social en medio de una crisis (pwc.com).

Por eso, al tiempo que se implementan sistemas para trabajo remoto, se deben implementar sistemas de protección de datos, de trazabilidad y de monitoreo continuo.

El reto del registro de la información

Finalmente, estos cambios en la manera de operar hacen que las compañías de servicios públicos tengan que utilizar nuevas maneras de organizar y gestionar su información, pues la automatización obliga a que la información se maneje principalmente de manera digital y que ordenarla ya no se haga de forma manual. Así otro reto tecnológico de los servicios públicos es el manejo documental. Además, para mantener un monitoreo constante que permita el mejoramiento continuo, se debe empezar a utilizar un sistema nuevo, que se enlace con los medios de comunicación que se ponen en uso y con las plataformas de mensajes que usen los empleados para comunicar la información. Solo con una tecnología de estas características la compañía podrá saber cómo se está cumpliendo con los compromisos adquiridos y si las tareas están satisfaciendo a clientes y socios.

BPM como estrategia clave en el reto de la pandemia

Todos estos desafíos tienen que ver con la adaptación inteligente y flexible que se haga al uso de las nuevas tecnologías de la información y sus posibilidades, y con un uso confiable y seguro de estas. Business Process Management es con toda seguridad el tipo de tecnología que puede subsanar todas estas dificultades y hacer que los servicios públicos se adapten a las nuevas condiciones del mercado mundial, y más ahora, a partir del reto planteado por las condiciones específicas que han sido producidas por la pandemia de coronavirus. Business Process Management sirve, para empezar, como un sistema que alinea todas las acciones, actividades, procesos, de la operación de la compañía en un mapa integrado que muestra en qué van todas y cada una de esas acciones. Con esto, los gerentes y directivos podrán tener un panorama completo y ver el verdadero rendimiento y el éxito de las acciones de la entidad.

Así, el hecho de empezar a automatizar muchos de los procesos y de permitir una mayor autonomía de los empleados se puede lograr sin perder confiabilidad ni trazabilidad, pues al tiempo que se incluye a la tecnología en los procesos, se incluye el sistema perfecto para mantener una visibilidad clara de todo el flujo de la información.

Además, esta integración también es la base más importante de cualquier forma de garantía de seguridad y confiabilidad: con BPM las compañías saben dónde, cómo, quién, en relación con el manejo de la información, lo que impide que se generen fugas de datos clave o que se tomen decisiones de las que la gerencia no esté informada.

Lo que hace BPM es generar un diseño de la operación corporativa en su totalidad, y permitir que se pueda revisar y ajustar en cualquier momento y en tiempo real, sin necesidad de informes específicos y sin el tiempo desperdiciado de reunir información dispersa y muchas veces desactualizada. Esto significa transparencia y confiablidad. Como BPM está completamente basado en el uso de tecnologías de la información, todas las actividades que están siendo tramitadas dentro del sistema quedan registradas, y toda la información ordenada, para que pueda ser consultada según las necesidades de búsqueda: tiempo, responsable, acciones de respuesta, personas involucradas en la comunicación, etc. El software BPM de Dexon está diseñado especialmente para afrontar todos estos retos tecnológicos de los servicios públicos y llevar su gestión a cumplir con los retos que trae el nuevo mundo que está naciendo frente a nuestros ojos. 

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