Para empezar a entender esto, es importante que se tengan en cuenta cuáles son las exigencias básicas que deben poder afrontar las compañías de BPO. La primera es la velocidad, que viene de la interconexión del mercado a nivel mundial: como hoy toda compañía está ligada al movimiento del resto del mercado, es necesario que sea capaz de moverse al ritmo que imponga el rápido cambio de las economías:

Dado que las empresas de todos los tamaños, incluso las pequeñas empresas locales, operan ahora en un entorno global, la agilidad es una prioridad absoluta. Con la competencia tan cerca, a solo unos pocos clics en la web, las empresas deben responder a las necesidades y expectativas cambiantes de sus clientes y potenciales inversores. Cuando localizan y contratan rápidamente a una variedad de proveedores de servicios, las empresas pueden facilitar la respuesta a las cambiantes necesidades del mercado. (forbes.com)

La segunda es la conectividad, que también viene del hecho de que todos los negocios de hoy están íntimamente interconectados por medio de Internet. Una proveedora de servicios de BPO necesariamente debe poder responder en tiempo real a la información que le es brindada por sus clientes. Finalmente, lo que más se exige de un BPO es que realmente logre reducir los gastos y simplificar los procesos. Sin esto, los BPO pueden terminar convirtiéndose en una fuente de malentendidos que hacen más difíciles los procesos de sus clientes.

Para todo esto es importante contar con la tecnología adecuada. Gracias a estos recursos informáticos los BPO pueden agregar valor a sus clientes porque inyectan agilidad, conexión y una menor necesidad de procesos, implementos y tiempo:

Cuando las empresas subcontratan, el proveedor de servicios puede asumir en gran medida el coste del mantenimiento de la tecnología actual, incluido el software y los equipos de comunicaciones, y aprovechan ese coste para varios clientes más. (forbes.com)