Dexon BPM



La automatización y el control de calidad para la innovación empresarial

Las instituciones que prestan servicios de salud deben tener unos altos estándares de calidad debido a lo delicado de su ocupación. Como la salud es la base de la vida humana, los procesos en estas instituciones deben ser de la mayor calidad, pues muchas veces las actividades que realizan deciden sobre la vida o la muerte de una persona. En tiempos de crisis y exigencias extremas, como la actual pandemia, este tipo de organizaciones han visto la importancia de usar como ayuda ciertas soluciones tecnológicas que les permiten agilizar sus procesos por medio de la automatización. Además, automatización y control de calidad también se complementan a la perfección.

En los últimos años se ha popularizado una visión del rendimiento tanto personal como corporativo, y que consiste en producir diferentes cambios en el entorno para mejorar el comportamiento de algún individuo. Una de las premisas de estas estrategias de mejora es que lo que no se puede medir no puede ser mejorado:

Imaginemos esto: alguien entra al gimnasio, hace calentamiento, hace un poco de un ejercicio, un poco de otro, usa algunas máquinas, termina su entrenamiento y deja el gimnasio. Esta no es una crítica de ese entrenamiento. De hecho, es muy posible que la persona realmente haya obtenido un buen ejercicio. Entonces, ¿qué podemos decir sobre esta situación? Que no hubo ninguna medición. No hizo seguimiento a su ejercicio. No contó el peso, o la velocidad, o cualquier otra métrica. Y así, no tiene bases para saber si está haciendo progreso o no. No hacer un rastreo al progreso es uno de los seis mayores errores que veo a las personas cometer en los gimnasios (lifehack.org).

La razón es clara: si no sabemos cuánto hemos hecho del ejercicio, no podremos saber si en una semana hemos mejorado nuestra resistencia o si nos hemos movido hacia atrás, si estamos corriendo por más tempo o mayor velocidad o si en realidad estamos perdiendo fuerza. Solo al conocer esas variables podemos determinar cómo va nuestro progreso y a partir de ahí ponernos metas claras de mejora.

Ahora, siguiendo con este ejemplo, pensemos que para llevar un registro tenemos que usar nuestra memoria. Para poder registrar todos los ejercicios, las cifras, las máquinas usadas, tendríamos que tener una memoria muy desarrollada, o llevar con nosotros un cuaderno y un esfero para anotar cada registro. Esto resulta un poco engorroso y quita tiempo y atención, atención que podemos enfocar en el ejercicio. Pero, si contamos con un dispositivo que automáticamente registra el pulso, el número de pasos, los kilómetros recorridos, las calorías quemadas, las repeticiones, etc., no tenemos que preocuparnos por anotar nada y sabemos que los registros van a estar guardados digitalmente para que los revisemos con calma en el momento adecuado.

Por eso automatización y control de calidad hacen parte de una misma estrategia: si automatizo los procesos mediante tecnologías informáticas, garantizo un registro automático de todo lo que pasa en la operación y puedo revisarlo después para revisar si todo funciona según lo planeado.

BPM, automatización y control de calidad

Las soluciones de Business Process Management buscan la automatización de una gran cantidad de procesos en las organizaciones. De esta manera se optimiza y agiliza la operación porque se eliminan repeticiones de actividades:

Eso puede significar la optimización de la localización de recursos, la eliminación de cuellos de botella, la reducción de la duplicación de procesos, la agilización de transacciones, etc. Usar esta metodología orientada en los resultados ayuda a las organizaciones a mejorar deliberadamente las operaciones, así como su base operativa. Al hacerlo, pueden volverse más fuertes y más preparadas para sortear cualquier tormenta que venga influida por el mercado (outsystems.com).

Así, con la implementación de esta solución se puede mejorar la operación tal como se conoce. Sin embargo, además de mejorar lo que ya se tiene, la automatización permite esa captura permanente de información del proceso para que podamos revisarla después y mejorar aspectos nuevos o que no hemos visto antes. Esto significa que a partir de esa información podemos generar nuevos planes de acción, formular nuevas estrategias de mercado, desarrollar nuevos productos, establecer nuevos canales de atención al público, etc., con lo que se puede mejorar el impacto general de la compañía.

Todo esto significa un crecimiento corporativo que no era posible sin las mediciones que permite BPM. Por eso la automatización y el control de calidad son en la actualidad dos aspectos inseparables, pues la cantidad de información que circula en los negocios es tan grande que ya no es posible confiar solo en la memoria humana, lo manual, la intuición, etc.

Esta es la visión que ha llevado al desarrollo de Dexon BPM. Nos hemos propuesto el desarrollo de una herramienta que sirva no solo para la automatización, sino que a partir de esta logre un mejoramiento continuo por la conexión que hay entre automatización y control de calidad. Hemos así visto que nuestros clientes mejoran ostensiblemente y pueden darles a sus clientes respuestas más rápidas y satisfactorias, además de añadir valor con nuevos productos y propuestas innovadoras de atención a los clientes. En estos momentos de cambios, además, vemos la urgente necesidad del uso de esta tecnología para la optimización de los negocios.

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