Business Process Management (BPM): Es una estrategia de gestión empresarial compuesta por diferentes metodologías y por tecnologías específicas (ver BPMS), cuyo objetivo es mejorar el desempeño, la eficiencia y la eficacia de los procesos de una organización. Para esto, empieza por modelar ordenadamente la gestión de los procesos para así optimizarlos. La base de esta metodología consiste en diseñar, modelar, organizar, documentar, probar y optimizar de forma continua los procesos aun antes de ponerlos en práctica en acciones concretas, y seguir mejorándolos una vez que están en marcha.

BPM puede ser entendida como una estrategia para la mejora continua de procesos y como una estrategia orientada a los clientes, que son los que determinan el ritmo de la operación de la compañía mediante sus requerimientos y peticiones. BPM busca así mejorar los procesos porque comprende que son estos los que les dan resultados a los clientes: “BPM se basa en el observar que cada producto que una compañía entrega al mercado es el resultado de un número de actividades realizadas. Los procesos de negocio son el instrumento clave para organizar estas actividades y para mejorar el entendimiento de sus relaciones” (Weske, 2012). Uno de los retos de esta metodología es acercar las soluciones tecnológicas a los usuarios en las compañías, pues esta coordinación es clave para la optimización de procesos en el entorno empresarial de hoy (Weske, 2012).