Sin embargo, es necesario conocer una nueva tendencia que está impactando en los últimos años. Se trata de una radicalización de la automatización, una forma de llevar a sus extremos esta nueva modalidad de gestionar los procesos corporativos. Esta nueva búsqueda ha recibido el nombre de hiperautomatización. En esencia, consiste en automatizar todos los procesos que se puedan automatizar, y no dejar nada que pueda integrarse en este sistema de tecnología por fuera de sus canales.

Gartner define la hiperautomatización, así:

La hiperautomatización es un enfoque que permite a las organizaciones identificar, examinar y automatizar rápidamente el mayor número posible de procesos mediante el uso de tecnología, como la automatización robótica de procesos (Robotic Process Automation – RPA), las plataformas de aplicaciones de código bajo (Low-Code Application Platforms – LCAP), la inteligencia artificial (IA) y los asistentes virtuales. (gartner.com)

A partir de las trasformaciones que ha traído la pandemia de coronavirus que empezó en 2020, y que ha impulsado el uso de tecnología a niveles antes impensados, esta visión de la automatización como una necesidad extrema de transformación de los negocios empezará a crecer cada vez más:

El mercado mundial de la tecnología que permite la hiperautomatización alcanzará los 596.600 millones de dólares en 2022, según una nueva previsión de Gartner, Inc. Esta cifra es superior a los 481.600 millones de dólares de 2020 y a los 532.400 millones previstos para este año. “La hiperautomatización ha pasado de ser una opción a una condición de supervivencia”, dijo Fabrizio Biscotti, vicepresidente de investigación de Gartner. “Las organizaciones necesitarán más automatización de TI y de procesos de negocio, ya que se ven obligadas a acelerar los planes de transformación digital en un mundo posterior a la COVID-19 y con prioridad digital”. (gartner.com)